Del Sr. Oscar Rusticucci

Le pregunté [al Padre Tissera] cómo hacía para pagar el alquiler (calle Marconi que albergaba a estudiantes). Me contestó:- "Rezando"-

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Para el dinero era un despistado completo. Por eso las y los jóvenes que lo ayudaban le administraban los gastos. Tenía que ir al centro ($ 2) ida y vuelta y le dieron $10 por cualquier eventualidad. Dijo "hasta luego" y se fue. A los cinco minutos volvió a pedir para viajar. Le preguntaron por los $10. Y él, con toda naturalidad:- "Pasó que en la esquina me encontré con un pobre y se los di"-.

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En época de la olla arregló que todos los que venían de los pueblos que tomaban el Ferrocarril del Estado no pagaran el boleto.

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 A los 2 ó 3 meses de su traslado [a Carapachay], le comenté que bastantes fieles dejaron de concurrir a Santo Tomás Moro. Me contestó:- "Ya me lo comentaron y eso es mi pecado: culto a la personalidad" (*)-. Se sentía culpable de su ascendiente en los fieles y que dejaran de ir a "su parroquia".

                               (*) esta reflexión es personal del Padre Pablo.

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Mi sobrina, antes de casarse, le dijo:- "Pablo, tengo un problema: mi novio es comunista"-. El le dijo:- "¿Qué problema? ¿Sabés qué contento se va a poner Jesús [por] que un comunista venga a Su casa?"-.