El padrino de Bautismo

Un día, mientras celebraba un bautismo, mirando al padrino le dijo:- "¿Vos sabés a qué te estás comprometiendo?... En el campo, cuando se hace una doma de potros y sale un domador sin experiencia, también sale en otra monta un baqueano que va acompañando. Cuando la cosa se le pone fea al jinete, el baqueano se le pone a la par, lo agarra de la cintura y lo pasa a su caballo... Eso es un padrino"-.

El respeto al amigo ateo

Mi papá hacía poco que era dueño del Hotel San José, en Merlo.
Un día llegó un hombre morocho, alto, entrador, y pidió permiso para sentarse a leer en el parque del hotel, porque le gustaba cómo pegaba el solcito (alegando que el dueño anterior lo dejaba hacerlo). Nadie lo conocía, pero como parecía un tipo franco, le dijo que sí. Esto se convirtió un ritual diario. Al tiempo, un día fui a misa y te imaginás mi sorpresa: descubrí que ese señor que siempre venía era "Pablo", el cura nuevo. Al terminar la celebración, me presenté y lo invité a comer.
Papá le aclaró enseguida que era ateo "gracias a Dios", como poniendo distancia, pero ustedes que lo conocieron a Pablo se imaginarán lo que pasó... se hicieron grandes amigos.
Después la vida me trajo a vivir a Vicente López y a los pocos meses vino Pablo. El reencontrarnos fue una fiesta.
Años después papá falleció. Ese día Pablo estaba con un ataque de ciática que no se podía mover, pero igual vino. Estuvo largo tiempo a los pies del cajón y, cosa curiosa, no rezó... No rezó. Su explicación fue:- "Al amigo Leumann no le hubiera gustado... Si el Cielo es para los buenos, mi amigo está ahí"-.

                                                             Susana Laumann de Negri

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Padre Pablo Tissera leyendo en el patio
del hotel (1960s.) Gentileza Sr. Milia