"Vicente López creó su propia Semana de la Solidaridad"

 NOTAS

Vicente López creó su propia Semana de la Solidaridad
Diario "La Nación", Página 14. 12 de Agosto de 1999.

Hace tres años que tiene un día conmemorativo en honor a un recordado cura; este año se organizó una campaña semanal.
Desde hace tres años, el sacerdote Pablo Tissera tiene un día propio. Pero lo cierto es que sus feligreses de Vicente López lo recuerdan los otros 364.
Y este año, el festejo se extendió. La Iglesia Católica propuso celebrar la Semana de la Solidaridad-del 7 al 14 del actual- y rápidamente la comunidad judía Lamroth Hakol, la Iglesia Anglicana, el Rotary Club de Vicente López, la Municipalidad y el Concejo Deliberante, las escuelas públicas y las privadas de la zona se sumaron a la propuesta.
En Febrero de 1997, un mes después de que Pablo Tissera falleciera en su Córdoba natal, los concejales de Vicente López resolvieron por unanimidad instituir la fecha en la que se ordenó sacerdote como el Día de la Solidaridad en el partido.
Tissera trabajó durante los últimos 27 de sus 71 años en la zona norte. Allí abrió dos hogares para chicos sin familia, organizó ollas populares y nunca dejó de ayudar al que le pedía una mano. Su compromiso hizo que su figura fuera muy difícil de olvidar; es impresionante el amor con que los que lo conocieron hablan de él.
Durante estos siete días, los 450.000 habitantes del partido- que cubre Florida, Olivos, Munro, Carapachay, La Lucila y Villa Martelli- están invitados a tener un gesto solidario.
La campaña se llama "Todos somos responsables de todos" y tiene dos destinatarios: los más chicos y los más grandes. Para los primeros, juntan útiles escolares, juguetes, cuadernos, delantales y zapatillas.
Mientras que los remedios (antibióticos, antiinflamatorios, antihipertensivos, antigripales) que se reciban se donarán para cubrir los mayores.
Como éste es el primer año de la propuesta, todos están ansiosos y no prevén una determinada cantidad de donaciones. En realidad se contentan con que, en honor a Tissera, los vecinos comiencen a preocuparse por los que tienen más cerca.
"Queremos que la gente no vea la solidaridad como una moda pasajera sino que la incorpore como una constante para con sus hermanos. Desde la figura de un hombre que se dio íntegro, que arriesgó su vida por salvar a otros" explicó Juan Pablo Contempomi, párroco de San Pedro y San Pablo.
"Que políticos, religiosos de distintas comunidades e instituciones de un partido se preocupen por lo humano y se pongan de acuerdo es un símbolo, un paso más hacia la cultura solidaria", dijo Juan Carr, de la Red Solidaria.
Para Beatriz Kroupensky, una de las voluntarias de Cáritas, la necesidad más grande de la gente, más que alimentos o ropa, es ser escuchados: "La gente va quedando excluida y busca a alguien que le preste atención". Ella fue una de los tantos voluntarios que comenzaron a trabajar por los demás de la mano del padre Pablo.

Cynthia Palacios