Año santo 1983

Hay que bautizar a 1983.
El Obispo de Roma nos ha dado la Orden: HACED SANTO ESTE AÑO.
Santificar es quitar la condición de profanidad. Lo vulgar, lo trivial, lo superficial, no es santo. Tampoco lo violento, lo mentiroso, lo ruin, lo aparente.
Fuimos bautizados en nombre de la Santísima Trinidad, comimos y bebimos El Santísimo Sacramento.
Somos inicialmente imagen y semejanza del Misterio y Misericorde Padre.
Pero es evidente que nuestros pensamientos, intenciones, actos y omisiones no son santos.
Parecería que cada lapso de tiempo, la Iglesia intentara recordarnos que hemos sido llamados a ser Santos.
La corrupción, la malicia del corazón, la torpe justificación de lo nefasto que llega a crear una apariencia de legalidad pretendiendo acallar la resistencia de nuestra conciencia contra lo inicuo.
Todo eso reclama que todos los cristianos y todos los creyentes y todo hombre de buena voluntad no perdone tiempo procurando santificar la vida, este año, su persona.
Santificar es vivir con la verdad.
Santificar es tener hambre y sed de justicia.
Santificar es compartir el pan. Santificar es crear ámbitos o espacios de paz. Santificar es aliviar la vida del prójimo.
Santificar es conocer, amar y sentir al Padre Dios Nuestro Señor.

Padre Pablo.