Juan Pablo II

AÑO II - No. 16 (JUNIO 1982)

En el último número de Utopía, ya aparecida bajo las circunstancias de la guerra, en su tapa aparecía una paloma de la paz. ¡Por cruel ironía sólo estaba el nombre de la revista "UTOPIA"...! LA PAZ UNA UTOPIA.
Para nosotros la Paz "es un don de Dios confiado a los hombres". La guerra es un flagelo, la guerra es obra del maligno. Jesús llamaba al demonio "el criminal", "el mentiroso".
La guerra es un crimen contra el amor, un crimen contra lo expresamente mandado por el Señor. El nos mandó "CRECED Y MULTIPLICAOS", por eso es una mentira la guerra. Nuestras Malvinas son nuestras, NO por conquista de guerra, sino por la herencia incuestionable que nos correspondía a nuestra mayoría de edad al separarnos de nuestra Madre Patria. La guerra es una mentira, porque la justicia no está en la cabeza de un misil, sino en la afirmación de un nombre sensato y libre que nos da la razón. Pensemos con afecto, respeto, veneración y agradecimiento externo en las grandes víctimas de la guerra. Pensemos en las tropas, que allá en la lejanía y en el frío, están sufriendo los efectos de esta insoportable angustia y adiós.
Por eso bendito sea este SANTO VARÓN, Juan Pablo, obispo de Roma y pontífice de la Iglesia Universal, quien sabiendo por intuición divina y por experiencia personal los horrores de la guerra, ha querido compartir los días de su vida UNIVERSAL, EXCESIVAMENTE CON NOSOTROS.
Viene para hacer una comunión en el amor. Viene a rezar junto con nosotros por nuestros:
soldados muertos
soldados heridos
soldados afectados por tantas tensiones, incomodidades y angustias. Viene a consolar a los familiares y amigos, que a lo mejor , están sufriendo en no menos grado que sus hijos.
Pero para nosotros, católicos romanos, el Papa, nuestro visitante, es el Cristo en la Tierra.
La encarnación del Verbo llegó hasta esta profunda humildad y confianza, a buscar un hombre entre los hijos de los hombres, para que fuera su legado, su representante, su voz.
Todo esto tiene para nosotros, miembros de esta iglesia y comunidad Santo Tomás Moro, un ECO , RECUERDO, SENTIDO PARTICULARÍSIMO TOMÁS MORO, inglés de nación se ofreció, dio un sangriento testimonio en un momento crucial de la historia civil y religiosa de Inglaterra, que el OBISPO DE ROMA es el vicario de Cristo y no poder alguno temporal de ningún rey.
Todos sabemos que precisamente en ese momento, el PAPA reinante no era dichado de virtudes; no era un encanto de hombre.
Dispongamos el corazón para que en comunión con Santo Padre, a quien en la tierra que nuestro Dios nos ha dado como heredad, podamos decir:
Vengan a tu reino de justicia, paz y amor.

Padre Pablo Tissera.