Editorial

Me parece que la primera Pascua cristiana tendría un ambiente más favorable a la ESPERANZA.
Los gobernantes satisfechos. ¡Al fin habían callado esa voz!... Los acusadores contentos de haber tenido razón. Les habían hecho justicia. Se había salvado el honor de Israel. Se habían fortalecido los lazos de amistad con el poderoso y lejano Imperio Romano.
Ahora habían pagado la contribución, limado la aspereza y quitado el escándalo.
Los viejos y celosos sacerotes ya no temían al "joven alborotador" que cuestionaba la liturgia, vacía e hipócrita para él, que indicaba un camino más íntimo, más sencillo y más trascendente.
Los fariseos habían bajado ese dedo amenazador que los señalaba por ocupar los primeros asientos, por rezar a los gritos, por cargar e imponer al pueblo obligaciones que ellos jamás intentaron cumplir.
Los viejos leguleyos que se enriquecían trincando pleitos estaban cómodos otra vez al no oír que según Él decía sólo había un mandamiento, una ley: "amaos unos a otros como Yo os he amado".
Por otro lado "sus fieles" estaban desorientados, vacíos, dispersos, perplejos, humillados, sin saber adónde ir ni qué hacer. Los más amigos estaban llenos de nostalgias. Nostalgias de quien sabían, ya no verían más. Todo "aquello" vivido por ellos había sido una UTOPÍA.
Pero hasta allí había llegado la acción humana; ahora comenzaba LA HORA DE DIOS.
Empezaba la Pascua del Señor. "El primer día de la semana muy temprano..." cuenta Lucas. Juan, siempre lleno de símbolos, añade "cuando todavía estaba oscuro".
Entonces allí comenzó la justicia de Dios sobre su siervo Jesús.
Esa justicia fue volverlo a la vida.
Se abrió el sepulcro, se rasgaron los cielos y Él apareció, humilde, alegre, sereno, seguro.
No vino a vengarse sino a decirnos por medio de Magdalena: "Anda a decirles a mis hermanos que subo donde mi Padre, que es el Padre de ustedes, donde mi Dios, que es el Dios de ustedes".
Mis amigos, Pascua es Vida. Pascua es Resurrección. Es Justicia. Pascua es Participación. Una gran noticia compartida a partir de una resurrección.
"Que subo donde mi Padre que es el Padre de ustedes".
¡FELICES PASCUAS!.

Pablo.