Palabra Mensajera

AÑO 1 - No. 2 (ABRIL 1981)

Amigos:
Este número dos de Utopía nos lleva a la Pascua.
Con frecuencia nos hallamos frente a la impotencia de los términos sin contenido. La PALABRA se ha empobrecido. Hoy para la comunicación se usa muchísimo el audiovisual.
Porque la palabra ha perdido vigor. Por ejemplo CUARESMA-PASCUA, ¿qué sentido tienen?. Por favor, no me refiero a los hechos, sino justamente a las palabras que deberían ubicar, definir, destacar ese hecho.
Son situaciones únicas, inéditas.
Resucitar, revivir, volver a ser como antes, salir de la muerte, superar, vencer, una inercia que SIEMPRE afectó a TODOS.
Para los Judíos salir del cautiverio egipcio dividió su historia. Antes o después le llamaron la PASCUA.
A partir de la resurrección los cristianos creyeron y trataron de vivir de acuerdo a ese NUEVO, que todo debía ser distinto.
La total y aparentemente definitiva dominación de la muerte había sido vencida, dominada, desmentida. ¡¡CRISTO HABIA RESUCITADO!!.
[A] Ese hecho increíble se lo designó, resumiendo muchísimo, con la palabra PASCUA.
Naturalmente, cuando la palabra designa o señala un acontecimiento revierte la palabra, es vigorosa. Pero la Pascua Cristiana sucedió hace Tanto...
Entonces cómo hacer un lugar inmenso, todo lo que se necesita para que esa palabra, MENSAJERA, se adentre, se asiente, me tome, se encarne en mí y conmigo viva.
Porque todo sucedió por mí. El hecho y la palabra que lo designa acaeció exclusivamente para el Hombre.
¡CRISTO RESUCITO! El Dios y hombre verdadero ha vuelto de la muerte para significarme hoy aquí en el orden definitivo, para que todo el que crea en El, tenga vida eterna (Jn. 3-4).
¡FELIZ PASCUA!

Pablo R. Tissera.